Y la verdad es que quiero aprovechar estas líneas para felicitar a los muchachos de la alabanza que realmente estuvieron a la altura de las circunstancias, con excelencia y una presentación redonda: afinación, sonido espectacular y desplante escénico, sin mencionar que espiritualmente nos dieron una ministración sobrenatural. Un abrazo, muchachos y sigan siendo tan responsables con ese maravilloso ministerio que el Señor ha puesto en sus manos y voces.
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1 comentario:
Yo estuve allí esa noche y realmente la alabanza sonaba como si fueran ángeles. Felicitaciones también por lo que ministraron, canciones muy hermosas. Les abrazo y doy gracias al Señor por sus vidas.
Pauly
Pauliheck@hotmail.com
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