De verdad que el término del Aniversario fue muy bueno con el culto de misiones y presentando a Guatemala. Sus danzas, su música, su historia y su comida llenaron nuestros sentidos.
La oración por la justicia social y la derrota de la corrupción y pobreza fueron súplicas que esa noche se unieron a lo hermoso del espectáculo.
"Enciende una luz", en una hermosa coreografía, nos recordó de nuestra naturaleza misionera, la de "Id y predicad el Evangelio a todas las naciones"
Maynor André Barruntia, junto a Héctor Marroquín, siervos guatemaltecos afincados en Santafogata, nos dieron un vistazo del país y de las necesidades de esta nación.
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