¿Y POR QUE TE CALLAS?

El mundo recibe con alegría y emoción la noticia de la liberación de 15 rehenes secuestrados por la guerrilla colombiana, algunos con más de 10 años en cautiverio. Pero la nota mayor de esta noticia es que dentro de los liberados se encuentra la ex candidata a la presidencia de Colombia, Ingrid Betancourt, joya de la corona para las FARC, quizás la rehén más valiosa políticamente hablando, quien permanecía secuestrada desde Febrero del año 2002. El hecho ocurre como el resultado de una impecable operación de inteligencia militar del ejército colombiano, en seguimiento a las políticas encauzadas por el presidente de esa nación, Alvaro Uribe, en pro de no negociar con los terroristas, ni tampoco de poner en peligro la vida de los cautivos, de los cuales se calcula que aún habrían unos 700 sin liberar. Felicitaciones de todas partes del mundo, de todos los rincones de la sociedad y de la política muestran que, más allá de diferencias ideológicas, hay valores supremos que nos competen a todos: la libertad y el rechazo a la violencia. Lo que llama también un poquito la atención es el desacostumbrado y sospechoso silencio del señor Hugo Chávez, quien se atribuía un poder mesiánico de mediación entre el gobierno colombiano y las fuerzas guerrilleras, labor que nunca prosperó por querer atribuír al terrorismo un rol de interlocutor válido, vale decir sentarse a la mesa a negociar de tú a tú. Este operativo ha demostrado que las personas decentes no se sientan a negociar con delincuentes, sino que se les arrebata con valentía lo que por la fuerza tienen cautivo. Hace un tiempo hasta un rey se exasperó con la verborrea del caudillo venezolano, diciéndole ¿Por qué no te callas?, quizás sería bueno hoy decirle :¿Y por qué te callas?