Oigan muchachos, tenemos que hacer que este fin de año sea de verdad un final perfecto para un año perfecto y que mejor bendición nos podía enviar el Señor que permitirnos compartir con un equipo internacional. Imagínense la experiencia que podemos sacar de personas que viven en otras latitudes, que miran las cosas de otro modo, que experimentan el evangelismo con sus propias idiosincrasias, asi que a preparanos para que nada ni nadie nos estropee la bendición de servir a nuestras hermanas que estarán con nosotros en diciembre. Les abraza su pastor y amigo, Ruben
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